Tres cosas hay que tener en la vida, y, luego, tres más habría que hacer

Luther Henderson and His Orchestra - Mack the Knife

Salud, Dinero y Amor son los tres elementos necesarios para disfrutar una vida sin sobresaltos, placentera, y luego hay tres objetivos que cumplir para que una vida, independientemente de los anteriores, en el plano filosófico, sea útil, provechosa, vivida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro.

Esta última idea sobre el sentirse realizado, ha quedado desfasada y donde recomienda escribir un libro podría reemplazarse por escriturar una propiedad. Lo cual es más necesario, rentable y desde luego, más difícil.

Les 4 de Paris - Vera Cruz

El primer trío es difícil de completar, pues sus elementos parecen resultar excluyentes entre si, de tal forma, que cuando tienes uno, es a costa de carecer del otro, y no se conoce, como en las quinielas, un sistema para cubrir el triple. Por tando damos por buena la opción de disfrutar al menos de dos que suelen ser la Salud y el Amor. El Dinero es un elemento perturbador / desestabilizador.

Cuando aparece éste, la cosa se fastidia o se complica. Se rompe la ecuación.

Vayamos ahora a la necesidad de encontrar sentido a una existencia homologada, presentable. Tampoco es fácil completar este trío de requisitos para una hoja de servicios intachable.

Patrick Elkan - Night and Day

Tener un hijo es asunto, como mínimo, de dos, lo cual demuestra su complejidad, al tener que poner de acuerdo dos realidades personales distintas y además a de hacerse compaginando otra serie de obligaciones al mismo tiempo. No es fácil.

Adquirir una propiedad, entiéndase vivienda, en sustitución de escribir un libro, es complicado pues mientras vives de alquiler, este pago te impide recoger, ahorrar, para conseguir la entrada que te conduce a la compra.

Y finalmente, plantar un árbol se presenta como el objetivo más asumible. La prueba más fácil. 

Les Ambassadors / Olga da Silva - Desafinado

Poco puedo recomendar sobre las tres primeras condiciones ya que su consecución parece depender más de una cuestión de suerte y por tanto escapa a nuestra voluntad.

Sobre la realización del segundo mandato si creo que se trata de una forma de apelar a la responsabilidad y a dejar huella de nuestro paso por la Tierra.

Es un claro llamamiento a ser útiles, a no desaprovechar el tiempo. A implicarnos, seriamente, en cualquiera de las actividades que emprendamos o realicemos.