Ya hemos dicho que el cine de Hitch constituye un género, en sí mismo, de la misma forma que Bond es el prototipo de los espías, con licencia para matar, éste representa el cine del misterio y el suspense, por antonomasia, con capacidad para sorprender.
En sus inicios, en sus películas consideradas menores, la etapa inglesa, cuenta ya con el germen de su especialidad. Gracias a su capacidad narrativa, no lo dudo, pero, sobretodo, a la selectiva elección de las obras que traslada a la pantalla.
Tuvo la oportunidad de nacer en la época que se estaba creando el cine, había mucho por descubrir, y pudo, por tanto, reservarse su parcela, imponiendo su estilo, su método, pues las aportaciones eran un poco aleatorias, experimentales e individualistas.