lunes, 24 de octubre de 2016

Náufragos - Alfred Hitchcock



Un secreto fundamental en la cocina, en el arte de cocinar, mejor dicho, consiste en comprar buena materia prima de entrada, siendo la manera más directa de asegurarse el éxito pues hay que ser muy torpe para estropear y no sacar partido a viandas de excelente calidad. 

En el cine, en el arte de hacer películas, sucede algo parecido.

Atesora toda la filmografía de Hitch una base literaria nada despreciable, textos con fundamento, chicha, consistencia, y, así, ser un maestro, un mago del suspense, es relativamente más fácil, como en este caso.

Diálogos chispeantes, personajes trabajados, situación límite, tejen una película completa con el agua como paisaje.






Restos del naufragio


Seco


La clase no se pierde nunca


Ni en las circunstancias más adversas


Siempre aparece


Mirando el reloj del estudio para dar de mano


Problemas domésticos


Más problemas


Cerrando el cierre


Calma chicha


Sin romance no hay cine

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