Con West Side Story / Amor Sin Barreras, se acaban los musicales por excelencia. A lo bestia. En pantalla panorámica, y, ese technicolor de droguería con cien catálogos para elegir y máquina, encima, para sacarte el color que quieras. Primero, porque pone el listón muy alto en creatividad y medios y segundo, porque estas producciones con tanta gente y tanto jaleo, son costosas y muy difíciles de sacar adelante. Solo Bob Fosse, años más tarde, se atrevería a abundar en el género.
No hay comentarios:
Publicar un comentario