jueves, 31 de octubre de 2024

Carta del Redactor / Desmontando a Allen


Ambrose and his Orchestra - My baby just cares for me

(Salvando la inutilidad que supone escribir sobre cine, permítaseme, que añada a su atinada introducción, un apunte complementario sin pretender igualar su nivel. Respuesta a un comentario en YT)

El cine de Allen es sublime, sobretodo, cuando no aparece él. Va mejor, como le sucede a Biden, sin su presencia.

Mayoritariamente encierra pequeñas maldades, misterios, infidelidades, traiciones veniales, despachadas con dialogos ingeniosos, intercambiados entre cincuentones civilizados, relacionados con el mundo de la cultura, obsesivamente hipocondriacos, donde no hay lugar para nada escabroso ni desagradable. Y donde sus problemas, sus inquietudes, les anteceden arrastrándolos y no al revés.

 Alfredo & His Band - Puttin' On The Ritz

Alfredo & His Band - Lila

Da la sensación, tratándose de personajes con clara actividad intelectual, transpiran poco, por tanto, de una o dos duchas semanales, o a mi, me lo parece. Es decir, no hay escenas de ducha en sus películas; se diría que los actores acuden al set ya aseados.

Nadie como WA ha normalizado, tan bien, la psicología y la psiquiatría. Sus personajes confiesan a las primeras de cambio estar en tratamiento y se instalan en el diván, con la naturalidad de acudir al callista.


Roland Kirk - And I Love Her

Hay que tres pilares básicos que conforman el cine de Allen. La elección de las canciones que acompañan la historia, fijándola, sellándola, y la contratación de los actores y actrices más sobresalientes del momento. Hubo un tiempo donde participar en una pelicula suya era una forma de consagración. No eras nadie, en el show business, si no aparecías en alguna de sus producciones.

El otro es el sexo. La sexualidad aparece en sus cintas como motor de su obra. Lo trata porque sabe que es un tema que funciona, que al público le interesa. Se diría, de todos modos, que sus hombres acuden a él, para reafirmar su masculinidad, como un sucedaneo del cariño, por una notoria falta de afecto, en un imposible viaje woodyliniano de retorno al útero materno. 

Carta del Redactor / Rowan & Paquita


Nana Mouskouri - Le temps des cerises

En el Siglo pasado, para incentivar las capacidades humanas aplicadas a la Empresa, estuvo de moda, periodicamente, un ejemplo de iniciativa y efectividad representado en la figura de un soldado semi desconocido, (Rowan) sin rasgos sobresalientes, pionero de los actuales repartidores, capaz de entregar un mensaje a García; General insurrecto, con ubicación desconocida y en medio de una contienda guerrera desarrollada en la sierra Cubana para mayor dramatismo. En aquel tiempo, sin movil y por tanto sin GPS, como es fácilmente comprensible.

Los candidatos requeridos, los más buscados, los hombres del momento -era un mundo de after shave y cazalla- tenían que ser, siguiendo este patrón de Elbert Hubbard, disciplinados, eficientes, resolutivos. Que sintetizaran, en una palabra, ese espíritu.


Jack Melrose et son orchestre - Le temps du muguet

Guardando las distancias y en una coyuntura diferente, propongo un ejemplo, para futuras generaciones, como emblema, esta vez, de racionalidad.

Sucede que en un despacho arquitectónico y de diseño de interiores, tan estrictos, tan puntillosos, con los milimetros,  los números y sus decimales, han hallado un contrapunto a la Ley, la norma, la regla, y en determinadas circunstancias, tratándose de soluciones menores, consultando y tomando en consideración lo que opine la señora de la limpieza, Paquita.

Es decir a esa verdad teórica, cartesiana, geométrica le aplican la regla del nueve, enfrentandola con la cruda realidad del destinatario final, el usuario.

Ahora para describir lo sencillo y directo, lo práctico y confortable se recomienda lo que elegiría Paquita.

 

Carta del Redactor / No es otro más anuncio de autos

Perlita de Huelva - Amigo Conductor

 A poco que te desplaces por nuesta variopinta geografía, si todavía tienes el buen gusto de preferir una conducción pausada o tus obligaciones te lo permiten, habrás observado, facilmente, que próximo a la carretera Nacional o Comarcal de cualquier zona, la existencia de restos esparcidos, cubículos ruinosos, antiguos edicios, viviendas o locales de negocio, abandonados, que el tiempo y la dejadez han convertido en esqueletos de hormigón y poco más.

Estructuras varadas, chillidas sin alma, inútil paisagem, en un burdo homenaje al heredado legado romano. 

Ya tenemos para contabilizar junto con la contaminación lìquida y gaseosa, otra sólida, visual, que no se la salta un payo. Lo cual demuestra nuestra capacidad humana para generar todas las formas posibles de residuos, de basura. Aquí y en el espacio. Es extraordinaria. Donde quiera que vaya. Por Tierra, Mar o Aire.

André Verchuren et son orchestre / S. Llaurens - Il pleut sur la route

Y se cuantifica esa efectividad, examinando la que depositamos particularmente, dia tras dia, semana a semana, mes a mes, en nuestro contenedor de zona de la esquina.

Volviendo al tema gordo de la cosa, aquí si veo yo que la Administacción debería tomar cartas en el asunto y hacer extensiva una ITE (Inspección Técnica de Edificios) rural, campestre, ejecutada por servidores públicos con uniforme teja de pantalón corto, obligando a los propietarios a mantener esos cachivaches en buen estado o que los quiten.

Con su demolición, no íbamos a perder gran cosa dada la poesía y grafitis que exponen: "Amo a Lola", penes y corazones.

miércoles, 30 de octubre de 2024

Carta del Redactor / El Limpio, El Sucio y El Mago


Henry Mancini - Meditación

Adrentarse en aquel desaparecido túnel de lavado era introdudirse en un mundo paralelo de fantasía donde las escobas, balletas y fregonas cobrasen, por si mismas, vida. Llamaba la atención lo ordenado y limpio que estaba. Un espacio, se diría concebido para cualquier actividad más elitista, menos prosaica. Tanta pulcritud era contagiosa, convidaba a más, y te venían ganas casi de ducharte otra vez, para no desentonar con su entorno inmaculado. 

(En esto de la limpieza siempre hay quien te lleva la delantera: en no se que pais no hay papeleras. Sus habitantes recogen su basura en bolsas propias y las vacían de regreso en su casas. El resultado es que no hay un papel ni una colilla, por supuesto, en el suelo.)

Bien, completemos el recorrido del túnel. Sabías a lo que ibas, por que un radiante letrero anunciaba, casi a su salida, esta máxima o parecida: "La limpieza es signo de cultura". O de educación o de Civismo.


Stan Getz · Charlie Byrd - Samba De Uma Nota So

Coherencia total. Es decir, alguien que vende limpieza ha de empezar por serlo. Esto que parece tan propio, tan natural, no es común.

Observen la cantidad de furgonetas industriales, rotuladas, esparcidas por la ciudad, incluso de limpieza, sucias. Y eso que son la tarjeta de presentación del negocio. El escaparate movible de la Empresa. También las encontrarán con un foco desportillado, con cinta de embalaje aguantado un retrovisor colgandero o tapando, con un modesto cartón, un ya viejo agujero. 

Las hay de alimentación que no se han lavado nunca, y piensas, si son tas descuidados exteriormente, no se que harán con la comida cuando no los vemos.

Y luego están los letreros de ciertos negocios en activo, que solo conservan una o dos letras del enunciado original y sirven de acertijo a los niños para adivinar en que actividad reparten su suciedad.

Carta del Redactor / A cerca de la publicité televisiva

Los Fantásticos - La televisión

Hubo un tiempo en que la publicidad televisiva era, sino bien recibida, al menos admitida, soportada, y recuerdo a mis hijos en edad infantil, disputarse el mérito de acertar, entre risas, el nombre del producto o la firma anunciante del siguiente anuncio en orden de emisión. Hasta aquí todo normal.

Ahora porque todo ha cambiado, ya no hay paciencia para nada, todo nos molesta, estamos cabreados o una mezcla de todo ello, los comerciales se hacen insufribles de tal modo que en determinadas plataformas una cuota o subscripción te exime de padecerlos, lo cual demuestra, a todas luces, sus efectos nocivos o perniciosos.

Unas campañas demasiado repetitivas anunciando hasta siete marcas de coches diferentes seguidas, o un mundo idílico dominado por cerveceros, alternados con unos mensajes protagonizados por exclusivamente guapos / as, poco creibles, alejados de los consumidores reales, hacen que ese tiempo de espera de algo que nos interesa, ya de por si molesto, como decía Fellini, no se puede interrumpir una emoción, se haga insoportable.


Henry Mancini - Peter Gunn

Existe el paliativo de comunicarte el regreso con la continuación de tu programa favorito en determinados equis minutos y yo me pregunto, llegado a este punto, señores anunciantes, son conscientes de que a este paso la inutilidad de su esfuerzo económico.

En mi caso, me protejo como puedo, con la tecla mute, la más utilizada de mi mando a distancia, y los dejo pasar sin volumen lo cual suaviza y facilita, en mucho, su ingesta. Aprendido el camino, he hecho extensivo esta sistema a toda la programación en antena y la sigo sin voz. Solamente la activo, en determinados pasajes, si  detecto algo realmente interesante.

Carta del Redactor / Dentoleras


Les Dangers - Oh Marie Line

Un alto cargo de no se que Organismo fue destituido o invitado a salir por la puerta trasera al conocerse que visitando una iglesia tuvo que descalzarse y unos "tomates" (agujeros humildes) en sus calcetines le delataron, anunciando urbi et orbi que era una persona descuidada. Vaya instantánea para ganar el premio de foto periodismo. Ésta seguro que no estaba preparada, trucada.

Y es que la gente se cambia la ropa interior no por higiene, no; es por si los atropeyan, no aparecer sobre la camilla del hospital con un huevo colgando.

Esta manera cantinflera de ser y estar me lleva a confesar que sigo, aún sin pretenderlo, un ranking de la gente pública que luce un estado de conservación de boca más lamentable. Tengo fichado a un sindilalista y a un presentador regional que reñidamente se disputan el primer premio. Pues en general, el personal de a pie, prefiere arreglarse la cocina y el baño, antes de acudir a un dentista.


Jack Ary - Les Tomates

Presentamos, por tanto, una situación de posguerra crónica y permanente en nuestras bocas.

Y la culpa es de los profesionales del sector, que en lugar de adornar sus higienicas salas de espera con calendarios de macizas camioneras en camiseta mojada transparente o fornidos mecánicos con el aceite cayendoles a pecho descubierto, colocan en sus paredes unos posters anunciando, machaconamente, unas patologias de los dientes, todas acabadas en -itis, que causan pavor.

Ves al vecino del cuarto compungido, cabizbajo, te interesas por su situación y te confiesa es que voy al dentista. U otro, previsor, te cuadra la agenda con "el mes que viene no podrá ser, no cuentes conmigo, tengo dentista".

martes, 29 de octubre de 2024

Carta del Redactor / Ya Me Rezaron Los Credos

Lou Perez - Para La Fiesta Voy

 Asistimos en Basilea a la Feria de Joyería, cuando lucir oro era una aspiración generalizada, casi exigencia social, y limitados por el presupuesto tanto como ignorantes de la rigurosidad del clima, aparcamos el coche a la intemperie y decididos a regresar a primera hora, para que cundiera el día, intentamos encenderlo con la determinación y la insistencia que sólo unos desplazados son capaces de derrochar. 

En estas, en pleno proceso de activar el Ritmo (Seat), sobre las 9 horas de la una gélida y gris mañana suiza, como solo se conceden en la Zona, una señora paseando el perrito nos increpó y recriminó, desde su cultura evolucionada, aquel ruido infernal y la estampa de bárbaros por el trasiego generado en pos de nuestra partida.

 

 

Latin Pete Terrace - Para Vigo Me Voy

Recordaba este lejano incidente a propósito de la instaurada costumbre de celebrar verbenas, donde la Festividad es un salvoconducto para todo tipo de vulgaridades y excesos.

Alentado por los logros conseguidos en materia taurina y de restricciones en el hábito de fumar, impensables hace pocos años, y una conciencia mayor de respeto hacia el Planeta y sus moradores, imagino un prometedor futuro donde esa tradición de encasquetar la fiesta, aun en contra de tu voluntad, por decreto, sea examinada y hasta expuesta a referéndum.

No me imagino a "nuestra" cascarrabias vecina suiza, que  como Alfred de Vigny, opinaría que "Seul Le Silence Es Grand, Tout Le Reste Es Faiblesse", padeciendo estas noches de jarana, petardos y descontrol.