Dejar de fumar, más cerca (Lesson four)
Un resumen, nos vendrá bien
Se trata, como habrán notado, de dejar de fumar. Pero de una manera amable, civilizada, casi romántica: como se abandona, dolorosamente, un querido y respetado amor. Sin estridencias. Sin aspavientos y sin ir pregonandolo por ahí: voy a dejar de fumar! (Nuestros proyectos resultan fallidos o pierden la mitad de su efectividad al pronunciarlos).
Nada; de una manera callada, intima. Como el tesoro más preciado que podamos conseguir. Como la oportunidad que nos hará cambiar, mejorar y ser diferentes. Ese pequeño motivo que nos hará sentir, profundamente, orgullosos. Dichosos, felices, comamos perdices o no, pero contentos, enormemente, de llevarlo a cabo, a buen puerto, a consumarlo.
Y para ello, solo debemos arrancarnos, un serio compromiso que va mas allá del pacto que une a los mafiosos: el deseo sincero de movilizar toda nuestra energía, nuestra disposición y voluntad para conseguirlo. Esto es: "el deseo sincero de movilizar toda nuestra energía, disposición, y, voluntad, para conseguirlo.
Ojo! con lo que os estoy pidiendo: un compromiso particular, y, propio, donde no valen medias tintas, ni medias verdades, que iremos madurando juntos para dar el gran salto, con la red de seguridad que yo te pueda ofrecer, pero, que deberás dar tu sol@.
Aceptemoslo como una diversión, como un juego. De una manera deportiva, olímpica, en la que, seguro, vamos a ganar. Si, GANAR, TRIUNFAR, CONSIGUIENDOLO.
Mi opinión es desarrollar una estrategia donde se refuerce nuestra capacidad para afrontar el gran reto. Ganar confianza y seguridad. Como?
Aceptemoslo como una diversión, como un juego. De una manera deportiva, olímpica, en la que, seguro, vamos a ganar. Si, GANAR, TRIUNFAR, CONSIGUIENDOLO.
Y Un Día Dejé De Fumar (A eso vamos condenados) Lesson five
Hay diferentes formas de dejar el vicio, de dejar de fumar y existen personas que son capaces de hacerlo "ipso facto", de hoy para ya. Dicen que ya no fuman más y mantienen su decisión, su palabra. No fumarían más ni aunque les pagasen / pegasen.
Se tiene que estar muy seguro, de todos modos, para hacerlo así. A la brava.
Es más, lo desaconsejaría, pudiendo ser, esta ruptura contraproducente y traumática.
Puede incapacitarnos para abordar una segunda oportunidad, ya que, "derrotados" no estaríamos en las mejores condiciones para repetirla.
Puede incapacitarnos para abordar una segunda oportunidad, ya que, "derrotados" no estaríamos en las mejores condiciones para repetirla.
Mi opinión es desarrollar una estrategia donde se refuerce nuestra capacidad para afrontar el gran reto. Ganar confianza y seguridad. Como?
-Bajando el número consumido de cigarrillos, acotando el área de donde, y, cuando fumar.
Se trata de complicarnos / dificultarnos el libre ejercicio de encender un cigarro, con la seguridad de que, en el momento fijado / pactado, lo vamos a hacer. (Y debemos hacerlo).
a). Empezaríamos por obligarnos a NO encender el primer pitillo hasta después del desayuno. Por norma, por sistema, por principio.
b). Distribuir los siguientes, esparcidos, con un criterio que suponga una bajada drástica sobre el número consumido actual.
Se trata de complicarnos / dificultarnos el libre ejercicio de encender un cigarro, con la seguridad de que, en el momento fijado / pactado, lo vamos a hacer. (Y debemos hacerlo).
a). Empezaríamos por obligarnos a NO encender el primer pitillo hasta después del desayuno. Por norma, por sistema, por principio.
b). Distribuir los siguientes, esparcidos, con un criterio que suponga una bajada drástica sobre el número consumido actual.
c). Y acabaríamos con disfrutar del último del día a una hora prudencial, después de la cena, por ejemplo.
d). Restringir, gustosamente, áreas, espacios, ámbitos donde nos prohibiremos su uso y disfrute.
d). Restringir, gustosamente, áreas, espacios, ámbitos donde nos prohibiremos su uso y disfrute.
Dejar de fumar (Soltando amarras) Lesson six
Que conseguimos con esta bajada controlada / dosificada en el consumo del número de cigarrillos?
Un beneficio, en principio, para la salud. Pero lo más importante: probarnos, demostrarnos, que gozamos de un inesperado dominio sobre el hasta ahora, impulso mecánico de encender un pitillo, y, conseguimos, fumar sólo cuando "nos apetece".
Cuando nosotros establecemos que ha llegado el momento. Y solo entonces.
Cuando nosotros establecemos que ha llegado el momento. Y solo entonces.
Esto funciona.
Es decir, no nos domina el vicio, en la medida que lo gestionamos nosotros, lo cual nos genera, automáticamente, una mayor fuerza para ampliar los espacios (ayunos), y, retardar / retrasar los tiempos y, a su vez, consiguientemente, una dinámica favorable que nos facilita controlar y reducir, cada vez más, el consumo.
Estamos invirtiendo los términos: vivíamos para fumar y ahora, disfrutamos, entusiasmados, por no hacerlo.
Hemos reaccionado. Nos estamos creyendo / convenciendo, por primera vez, de que somos capaces.
Aguantemos el tiempo que creamos conveniente en cada nueva posición / postura / apuesta con la absoluta seguridad / certeza de estar preparados para aceptar, con éxito, el siguiente paso, pues estamos en un camino SIN retorno.
No aflojemos jamás, si hemos sido capaces de haber llegado hasta ahí: resistamos, venceremos.
Llevemos como material de apoyo, un calendario o cuadernillo donde anotar los cigarrillos que consumimos cada día, y, disfrutemos comparando la alta cantidad inicial con las inminentes nuevas bajadas posteriores.
Sigamos con el sistema convenido, de rebajas permanentes, el tiempo que consideremos oportuno pero siempre que entremos en una nueva exitosa cifra menor, mantegamosnos ahí, como un nuevo logro, un histórico hito, pero no retrocedamos jamás.
Si estamos en la fase de 8, 7, 6 o 5 cigarrillos diarios, consumamoslos de la forma que queramos, pero nunca habremos de superar la cifra. Este freno / control, nos permitirá poder bajar la dosis, paulatinamente, pues tenemos el mecanismo activado y no nos costará nada seguir su inercia.
Habremos despertado una confianza que desconocíamos y nos parecerá imposible poder haber llegado hasta aquí, desde la anarquía y descontrol antiguo, a este orden y planificación admirables.
Cuando las circunstancias lo permitan y sin ninguna prisa, la cantidad, obligatoriamente, bajará a los dos pitillos diarios que habremos llegado a consensuar con nosotros mismos por una negociación lógica y fruto del tiempo. Bien, aguantemos en esa cifra todo el tiempo que queramos hasta que llegado el momento nos veremos impelidos a apostar por un solo pitillo.
En ese momento decisivo fijemos un día señalado, el más "importante" de nuestra reciente vida, a largo plazo, para destinarlo a dejarlo. Para dejarlo. Definitivamente, dejarlo.
Dejar de fumar (Servicio post-venta) Entrega de título: me pasen por Secretaría
Todo lo aportado sobre el tema, es sin ninguna base científica, y, solo, a título práctico. Es un proceso en el que vale todo, como en el amor / guerra, si al final conseguimos el objetivo.
Me brindo para aclarar algún punto oscuro, despejar dudas, y, dar ánimo.
Sólo la presencia de ánimo es suficiente para rebelarse y vencer la inercia inicial del "no" puedo.
El sistema Lowell (lo llamaremos así en homenaje de L. Thomas en permanente recuerdo de Dale Carnegie) es lento pero seguro. Se basa en ir devolviendo al fumador la capacidad perdida para controlar el vicio.
A base de reducir el número de cigarrillos gradualmente, conseguimos fortalecer / robustecer, como un músculo, la voluntad para desengancharnos. De una manera natural. Sin riesgos. Sin sobresaltos, como en esta versión de Here's That Rainy Day. Deportivamente.
Como un juego cuyo premio es la salud, la economía, la auto estima, y por extensión, hacernos sentir bien hasta tal extremo, que salimos reforzados para acometer cualquier otro reto. Por difícil que sea.
Como un juego cuyo premio es la salud, la economía, la auto estima, y por extensión, hacernos sentir bien hasta tal extremo, que salimos reforzados para acometer cualquier otro reto. Por difícil que sea.
Resumamos
-Plantemosnos y planteemosnos la posibilidad de dejar el tabaco.
-Razonemos y maduremos, ampliamente, la conveniencia de hacerlo.
-Aceptemos firmemente el deseo de llevarlo a cabo.
-Sigamos un sistema que nos ayude a entender que somos capaces.
-Invirtamos, gustosamente, el tiempo necesario.
-Disfrutemos, felizmente, de la satisfacción del objetivo cumplido.
Aclaración musical: La expresa elección de las canciones y su necesaria escucha, no supone una mayor facilidad en la realización del proceso; se recomiendan por que marcan los tiempos acompañando, dinamizando, nuestro estado anímico (como una banda sonora) y, en todo caso, porque fueron las que compartieron conmigo, probadamente, la dura y exitosa travesía.
Lo que parecía un asunto menor fue tomando cuerpo, adhiriéndose en mi mente como un hollín espeso, obsesivo, sin saber como desprenderme de él, y me atenazaba, como si paseara la planificación de un delito.
En último extremo poco podía hacer. Además, no era de mi incumbencia.
"Es de todos conocido que este hobby es un relleno terapéutico, una deliciosa manera de invertir, dilapidando, el tiempo, mientras se ordena nuestro entorno, y, aparecen, nuevos asuntos, o, actividades que reclaman, por su importancia o novedad, nuestra atención", me repetía, para autoconvencerme, ofreciéndome una explicación lógica como se traga un jarabe sin creer en su efectividad.
Pero era lógica y razonable, de todos modos, una despedida tan traumatica?. Sin un adiós. A la francesa? Puede interrumpirse una lista de 39 aportaciones, sí 39, con un, venga, ahí os quedáis, pregunto.
Siguiendo la máxima periodística de que no permitas que la realidad te arruine un buen titular, probé suerte, y, a modo de anzuelo, deposité, tres o cuatro comentarios sueltos, "de cortesía" que, como suponía, no tendrían contestación.
Llegado a este punto, jugando a investigar, las tripas se me revolvieron pues es bien sabido que los "detectives" nos regimos, regularmente, por una rara suerte de intuición, y, más técnicamente, por la observancia religiosa de nuestro propio estomago, es decir, ante ciertos asuntos se nos altera y pone mal cuerpo.
Está claro que la administradora del blog podría haber optado, libremente, por dejar huérfanos a sus seguidores, pero es demasiado el cariño y generosidad que este trabajo exige, y, ante la prueba palpable de que NO hay alguien al otro lado, como lo probaban mis comentarios aduladores, es difícil controlar el "ego" y, no reaccionar, como un resorte, de una manera automática, y, corresponder con la cortesía exigida.
Por fin mis sospechas se concretaron y temí lo peor.