lunes, 30 de marzo de 2020

Dejar de fumar: un placer a tu alcance y tu triunfo personal e intransferible. (Una forma probada de cortar con el tabaco y arruinar a tu estanquero con viente canciones de amor y una prosa desesperada) Lesson 00



Como respuesta a mi educada negativa a un cigarrillo, ante la antigua costumbre de invitar a tabaco, porque YA no fumo, con un: ¡vaya suerte!, expongo, por si sirviera de algo, una manera de dejar de fumar, donde el azar no tiene ninguna opción ni alternativa.

Nota preliminar a la preliminar nota
Con cierta frecuencia aparece publicidad en prensa y también en Tv, de un extranjero profesor que lleva impartiendo cursos de inglés durante mas de 30 años y sorprenden su perenne jovialidad, dilatada trayectoria e insistente dedicación. 
Qué transmite éste ilusionado con la enseñanza y a que debe el secreto de su éxito: posiblemente, al amor por lo que hace y a su total convencimiento. Se le ve seguro, capaz, idóneo, ni más ni menos, para desarrollar la labor que desempeña: enseñar un idioma.

Aprovechando esta conocida imagen de pulcritud y solvencia quiero establecer un paralelismo y mostrarme a vuestros ojos con cierta similitud a El. 
Tengo en mi contra no ser ninguna autoridad en el tema, ni, por tanto,  poseer una base académica o científica, asistiénndome solo mi total certeza impelida por mi absoluto convencimiento.

Mi testimonio es saber el edificio, la planta, el negociado, la persona encargada, el teléfono que responde, en una palabra, conocer los vericuetos a seguir hasta la tecla o el botón del complejo mecanismo humano, que desactiva la necesidad en la dependencia del tabaco. Simplemente. Recojo, llanamente, la experiencia que mi sirvió para desterrar el humo y vivir sin él.

Preliminar nota
Estas líneas de ayuda tendrán validez si van dirigidas a aquellos que, en algún momento, se han planteado la posibilidad seria de romper con este vicio, pero, no saben cómo, ni por donde empezar. Es decir, que albergan, aunque sea remotamente, recónditamente, la conveniencia de dejar de fumar.

Es demasiado fuerte el vínculo que mantienen, les da vértigo sentirse privados de su compañía, y, se sienten incapaces de dejarlo. La Empresa les supera.
Es indispensable, inicialmente, una clara predisposición por parte de los fumadores, pues, sin su consentimiento y determinación, nada podremos conseguir. Ya veremos cómo, pero  de momento, aceptémoslo,  aún a regañadientes, acariciemos esa idea, querámoslo. 
Se trata, por tanto, de ofrecer un flotador sólo a aquellos, que deseen, con su esfuerzo, salvarse.

Nadie te enciende tus pitillos.
Sorprende como un hábito que precisa tu implicación plena, y, su consumo, solo dependa de ti, cueste tanto romper con él.

Voluntad, divino tesoro. 
Es por esta falta de voluntad que se nos antoja imposible conseguirlo. Esta facultad se educa pero, ahora, no tenemos tiempo ni es el mejor momento para intentarlo.
Ahora, hemos de destinar todo el esfuerzo a nuestro objetivo primordial, y, no podemos dispersarnos.

Un poco de épica
A veces nos quejamos de soportar una vida demasiado anodina, lineal y previsible. Alberguemos la posibilidad de cambiarla. De ofrecernos algo que nos enorgullezca, y, que, mejorándonos, nos haga sentir bien. Aparte de lírica, un poco de épica.

Dejar de fumar, responsablemente (Lesson one)


Sunny

Preparando el camino

Formar el nido o componer un cesto
Observemos con que esmero y mimo, las aves escogen los elementos, los transportan y los depositan, en una obra de ingeniería primitiva, para formar su nido.
Imitemosles sentando las bases, considerando y enumerando todos los argumentos positivos por los que merezca la pena dar el "gran" paso. Aceptar el reto. Dejar el vicio.

Compongamos, necesariamente, para auto convencernos y empujarnos a la acertada decisión que vamos a afrontar, una lista donde se recojan todas las enormes ventajas que justifiquen nuestro cambio de hábito. Hagamoslo, de puño y letra, pues el hecho de escribirlas implicará una aceptación que nos la presentará como propias, como nuestras.

- Saludables (la principal, recuperaremos en lo posible el blanco de nuestro esmalte dental y mejoraremos nuestro, tan importante, aspecto bucal )
- Económicas (ahorro, la más poderosa y contundente)
- Sociales  (los fumadores están perseguidos, señalados)
- Laborales  (dependencia y recelo de los compañeros)
- Personales (auto estima, progresos deportivos, los besos y las manzanas volverán a saber como antes...) 

y seamos generosos ampliando la lista anotando el mayor número de logros que esta atrevida decisión, seguro, nos reportará.

Se trata, como es natural, de volcar en un plato de la balanza el mayor número de elementos e inclinarla, ayudando a fortalecernos en ir considerando, seriamente, la posibilidad, aún lejana, de dejar de ser fumadores.

Dejar de fumar, porqué no?. (Lesson two)


"Si crees que es demasiado tarde para iniciar algo, empieza sin más", sea, posiblemente, sólo, un frase chorra; pero cuidado! con el poder de las frases chorras, los chorras a secas, y, los churros con porra.

Evaluación y tanteo
Entramos en una primera fase, donde no existe compromiso formal por nuestra parte y sólo estamos mareando la perdiz, deshojando la margarita, evaluando ciertas posibilidades. No tenemos prisa. Es una decisión repetidamente aplazada, dilatada. A la que tememos enfrentarnos y continua aparcada, en el apartado "a considerar."

Asisten en nuestra defensa, disculpas peregrinas de este tipo: 
"conociendo los efectos malignos del tabaco, que, en nuestro organismo no se perciben, más allá de la tos matinal y el áspero sabor de boca, por tanto, no existe una necesidad imperiosa ni imposición médica que nos obligue a actuar con rapidez. Es más, esos efectos nocivos que perjudicaban seriamente la salud, para más tarde, el fumar mata, son para el resto de los humanos, pues por una extraña razón, nosotros, somos inmunes; lo son para los otros, para los demás, que son unos flojos..."

Aún así, desechemos estas justificaciones engañosas. Lógicas, de auto defensa, pues, recordemos que está en juego privarnos, voluntariamente, pero muy a nuestro pesar, de hacer algo común, tolerado y practicado con asiduidad hasta ahora, y, que nos proporciona un cierto placer y tal.., ¿como?

...Ilusionemosnos (como se verá). 

Dejar de fumar, es posible (Lesson three)




La esperanza es lo último que se pierde y la ilusión lo primero que necesitamos.

Nada valioso se consigue / concede sin dificultad, sin esfuerzo. Y al esfuerzo lo mueve la ilusión. Por tanto, abracemosnos con el candor de un enamoradizo principiante a ese cambio, a largo plazo, que hará sentirnos exultantes, satisfechos, triunfadores, renovados. Y aparezcamos radiantes ante el éxito que sin duda vamos a conseguir. 

-Dibujemosnos el mejor de los panoramas.

-Visualicemos liberarnos de esa pequeña servidumbre y dependencia de proveernos de tabaco con la incomodidad fastidiosa de conseguirlo, incluso, fuera del horario comercial.

-Sintamosnos inquietos, excitados, motivados ante esa decisión que estamos próximos a adoptar.

-Afortunados de albergar esta necesidad nueva y maravillosa que se nos despierta para ser diferentes. 

Consigamos, en definitiva, establecer puentes, estrechar la brecha existente entre la situación que soportamos ahora de disgusto y culpabilidad, y el nuevo estado al que aspiramos, facilitando el paso sin caer en el precipicio y sin sufrir un desengaño.

Admitamos, finalmente, que también nosotros somos capaces y nada impide que podamos conseguirlo. ( Repitamosnos: si los demás pueden, también lo lograré yo. Otra vez: si los demás pueden, también lo lograré yo).

Ya veremos como. Lo importante, ahora, es despertar el deseo. Soñar despierto; imitar a nuestros amigos, Víctor o Aurora, o Ana o Jesús, que hace varios meses que lo consigueron, y, felices,  lamentan, ahora, no haberse decidido antes.

Sigue.


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