lunes, 20 de octubre de 2025

Una cierta pero fugaz decepción



En La Gran Impúdica, Pitigrilli describe al presidente del Jurado del Premio Pillacchera, como ex diputado, director de El Látigo, hoja batalladora que salía irregularmente a intervalos de seis o siete meses, cada vez que sentía la necesidad de "poner a alguien en la picota"  y guardando las distancias, algo parecido se podría pensar de mi, por mis aportaciones intermitentes a este blog.

Hubiera valorado, con gran estima, un comentario sobre alguna de sus entradas, una reflexión, una precisa rectificación, incluso una airada queja, pero entiendo que debido al escaso número de visitas cosechadas por el poco interés que despierta, es su lógica consecuencia, según explicaría cualquier aprendiz en estadística y la relación directa con sus porcentajes.



 Y no me extraña, pues gestiono dos blogs más, con mayor afluencia de usuarios y algún que otro declarado seguidor, y tampoco tienen fruto. Existen demasiadas cosas en donde emplear el tiempo y éste, se hace escaso; se acorta. Vuela.

Este blog ya tuvo un nacimiento difícil, y su parto, precisó fórceps. Nació con la presuntuosa idea de hablar de cine, como si el Séptimo Arte fuera materia explicable, más allá de las anécdotas y curiosidades de los rodajes, y, siempre, que las desgranen sus implicados o gente cercana al mundillo que lo merodea. 



Ahora los cine-fórums están demodés y los coloquios televisivos sobre grandes películas, en otro tiempo constituyentes de un género per se,  recuérdese a La Clave con JL Balbín, y JL Garci también tuvo, posteriormente, algo parecido, están condenados al fracaso; directamente: no interesan. Pronto tampoco funcionarán los filmes en si mismos, pues por un lado los reportajes explicativos de como se hicieron (making off ), y por otro, los tráileres completísimos promocionando su contenido, restan la magia y de paso, disipan las ganas de visionarlos.

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